UNA REALIDAD Y OTRA

El sol sale todos los días con fuerza y energía y eso hace que cada día te levantes con optimismo, positividad. Das gracias por vivir, por tener lo que tienes, por ser lo que eres, disfrutando de la vida, del aquí y del ahora. Así se levantan los salvadoreños día tras día, y así deberíamos de levantarnos todos los seres humanos.

No hagamos que nuestras vidas sean complejas, disfrutemos en el trabajo, disfrutemos de y con la gente que nos rodea, disfrutemos de la familia, disfrutemos de estar en nuestros hogares.

Quiero irme de nuevo para El Salvador porque allí sé lo que es valorar y apreciar la vida, sé lo que es valorar cada instante que se vive allí y creo que aquí todos los pequeños detalles se me escapan y se me pierden de vista. Creo que la realidad de aquí no me gusta tanto, las cosas materiales apenas tienen valor, es más, lo único que valoro es el apoyo que he tenido, el amor que he recibido, el afecto… de las personas que verdaderamente están a tu lado, eso es lo único que puedo destacar de aquí.

Sobre todo y ante todo, después de llevar casi una semana ya en mi hogar, con mis costumbres y volver a mi realidad de siempre, quiero agradecer todo lo que allí me han dado, todo lo que me he traído (cariño, amor, emociones, experiencias, millones y millones de risas y sonrisas…). Millones de gracias por todo lo que dáis, salvadoreños.

Con mucho cariño:

Anita