miércoles, 27 de agosto de 2008

¡APRENDE A SONREIR A LA VIDA¡

Llevo casi un mes en tierras salvadoreñas y conviviendo con la gente de acá, cada día que he vivido y vivo me sorprende, me da una lección de humildad. Admiro a las personas, hombres y mujeres, que trabajan de sol a sol en la milpa para poder llevar comida a su casa, admiro a los jóvenes y niños que caminan horas y horas desde los cantones, llueva, haga calor o truene para acudir a la escuela. Todo lo que he visto y lo que he vivido es digno de admirar: gente que no tiene qué comer, gente que no tiene donde vivir y aun así, llegamos nosotras, las españolas, y nos ofrecen y nos dan todo.

Me entristece ver las condiciones en las que viven, la falta de alimentos en algunas familias, la falta de recursos tanto económicos como materiales y siento impotencia por no poder solucionar esto, ¿qué sucede? ¿por qué sigue habiendo pueblos pobres y en cambio otros muy ricos? ¿interesa que haya gente muriendo de hambre? ¿cómo se termina con el hambre y la pobreza de estos países y quién tiene la solución?.


Si algo he aprendido durante mi estancia en El Salvador es que nosotros, cuanto más tenemos más queremos y el que no tiene nada con poco se conforma. La gente de aquí es feliz con cada cosa que hace, con cada momento que vive, más feliz incluso que nosotros que “supuestamente” no nos falta de nada.

Desde luego que cuando llegue a España intentaré cambiar algunos hábitos y evitaré algunos excesos, debemos conformarnos con aquello que tenemos, disfrutar y vivir el presente y sobre todo SONREIR A LA VIDA.

Con mucho cariño:

Anita.



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