miércoles, 23 de julio de 2008

Desde El Salvador

¿Recuerdan esa frase que dice “no es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita”? Si tienen alguna duda tomad un avión y subid a esa montañita que se llama Chiltiupán o a esa aldeíta que se llama Jerusalén y allí entenderán lo que les quiero decir.

Sí, aquí hay hambre, hay falta de recursos, falta de trabajo, tormentas tropicales, huracanes… como nos dicen en la televisión y nos les falta razón. Sin embargo, hay otra parte que rara vez nos cuenta y es que aquí nos dan una lección de humanidad, hay mucha gente dispuesta a entregarnos lo mejor de sí mismas sin apenas conocernos y no porque les sobre precisamente sino porque renuncian a ello para entregártelo a ti.

Os quiero compartir una historia que me ha marcado mucho: un día fui con mi amiga Gladis a visitar una escuela perdida entre las montañas, anduvimos durante dos horas, llegamos a la escuela, estuvimos con ellos, cantamos, jugamos, les contamos cuentos y, cuando ellos iban a empezar a tomar los alimentos, decidimos irnos para que no nos anocheciera en el camino (aquí hay un programa que se llama Escuela Saludable en el que tod@s los niñ@s tienen acceso a alimento, es la única manera de asegurarse que est@s niñ@s van a comer al menos una vez al día) y, de repente, vino una niña y me llamó “señorita Arancha, señorita Arancha” me giré y cuando miré llevaba en sus manos el plato de comida que acababa de recibir y me lo entregaba para que me lo comiera yo y ella quedarse sin nada. ¿No creéis que tenemos mucho que aprender de ell@s?


Con mucho cariño:

Arancha

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE ESTARÁ SOÑANDO...



Qué estará soñando el niño

que dormita en la vereda,

que lleva los pies desnudos,

toda sucia la cabeza.

Sobre bolsas de basura

su cuerpito se recuesta;

no es de nubes su colchón

ni sus sábanas de seda.

A su inflado vientre sólo

un hambre inmensa lo llena,

y le da gracias al sueño

que lo aleja de la pena.

Pregunté qué sueña el niño

que dormita en la vereda.

Que estúpida mi pregunta

si ese niño ya no sueña.


DANIEL ADRIAN MADEIRO

La tierra en miniatura